Más de sesenta barriletes fueron parte del festival realizadas por las distintas agrupaciones artísticas, quienes por más de tres meses de trabajo lograron presentarlos en el festival. Los barriletes confeccionados por niños menores de doce años dieron apertura al evento desde las 10:00 horas, con obras que alcanzaban hasta 1.5 m de dimensión.

La alegría de los infantes aumento con los intentos de elevación, quienes con el apoyo de sus padres corrían hasta lograr elevarlos: “Jade”, “Ixim”, “Mónica Barriletes” y “B’onil” fueron las agrupaciones que lograron “encumbrar” sus cometas.

Las categorías “a”, “b”, “c” y femenina esperaron el mejor momento para levantar sus barriletes comprendidos entre los 4 a 18m de longitud, el espectáculo lo iniciaron las agrupaciones “Ik’al Aj”, Almas del Viento y “Paloth” Espanta Espíritus, con obras relacionados a la naturaleza, cosmogonía maya y en memoria de los difuntos.

La adrenalina que despertó los constantes intentos de elevación, intensificó la emoción en el público quienes también se motivaron a ser parte de ese espíritu por elevar cada uno de barriletes mayores a los cuatro metros; fueron Palot y Nim Tinamit los primeros en lograr mantener en el aire sus obras, para luego continuar con Revolución Maya, Cotorros Audaces, Lucero de la Mañana y los barriletes de las agrupaciones femeninas; Mensajeras MS, Orquídeas, Moloj Ixoq’i, Kaslem.

Con un clima cambiante, entre llovizna, momentos de alumbramiento de sol y un viento adecuado, el público pudo apreciar el festival e intercambiar con los cometeros, “Es primer año que vengo y me gusta ¡está lindo! ¡lindo!, valoramos el esfuerzo de la gente que estás haciendo estas obras” fue la emotiva expresión de Lesbia de León procedente del municipio de Gualán, Zacapa, quien junto a su familia llegaron por primera vez al festival.

Para las hermanas María y María Rosalía Vásquez procedentes de Chinautla, Guatemala, dos de las primeras visitantes en llegar al festival “solo esperamos que el clima mejore para ver los barriletes, solo hemos visto en la televisión y noticieros, pero hoy estamos acá y deseamos conocerlos de cerca”, así esperaron las hermanas durante las primeras horas de luz del día para disfrutar del espectáculo.

Mientras el viento de la tarde aumentaba, el lazo o la cuerda usada por las agrupaciones Lucero de la Mañana y Nim Tinamit fueron insuficientes para soportar la fuerza de tensión que alcanzaron sus barriletes elevados, haciendo que estos reventarán y el viento se llevara los cometas de cuatro metros de longitud.

Mismo viento que impidió que otros barriletes pudieran ser elevados, debido a la inconsistencia en su cola, mala medición del “frenecido” y armazón, haciendo que algunos se destruyeran en el intento, en el aíre o al caer a tierra.

En los distintos diseños de los grandes barriletes mayores a ocho metros, sus autores plasmaron temas relacionadas a la cotidianidad social y político del municipio y de Guatemala, así también sobre el medio ambiente, la cultura, leyendas tradicionales, cosmogonía maya, entre otros, con una alta calidad artística que superan el realismo mágico, surrealismo desde el manejo de la técnica propia con el "papel de china".

Minutos después de las 17:00 horas el clima cambio radicalmente cuando llegó la lluvia, haciendo que los artistas corrieran para recoger su trabajo, pero para muchos de ellos fue imposible, quienes optaron por dejar que la lluvia se llevara esa expresión y el arte de los barriletes se volviera un momento efímero que solo se vive durante el Festival Sumpango, Barriletes Gigantes, “Colores al Viento”.

*Debido a las condiciones adversas del tiempo, del pasado 1o. de noviembre, fecha tradicional cuando se elevan los barriletes en memoria de los difuntos y ancestros de la población sumpanguera, el festival fue aplazado para el domingo 5 de noviembre.